Una nutrióloga poco convencional

“Ella tiene el enfoque de nutrición que siempre he querido para tu recuperación”- me dijo mi psicóloga.

Conocí a Raquel Lobatón por redes sociales y por la insistencia de mi psicóloga, quien me decía que Raquel tenía un enfoque sobre la nutrición que era lo que necesitaba para mi recuperación, porque “Salud en todas las tallas” no es un sistema rígido de la nutrición como lo aprendí en la Clinica de TCA.

Mi primera cita fue de una hora, donde intenté resumir 10 años de mi vida. No recuerdo exactamente qué le dije, pero sí recuerdo la tristeza que sentí al salir de su consultorio, porque nunca nadie me había dicho que yo tenía derecho a comer, y por ello , le pedí ser su paciente.
Desde ese día , Raquel siempre me trató con compasión y empatía y escuchó con una paciencia infinita mis fobias y obsesiones que tenía acerca de la comida y de la idea obsesiva que tenía sobre tener un cuerpo en los huesos.

Raquel me fue enseñando sobre Salud en Todas las Tallas y lo adaptó a mi vida como paciente en recuperación de anorexia. Me enseñó que como persona que sufre TCA, debía comer cinco veces al día a pesar de no tener hambre, ya que saltarme comidas es un factor de riesgo. También me enseñó a escuchar a mi cuerpo, para saber que quiero comer, independientemente de las calorías que mi alimento tenga. Con el tiempo, aprendí un montón de herramientas y me fue guiando para aplicarlas a mi vida de forma independiente. En el proceso, subí muchos kilos, tiré muchos pantalones a la basura y, aunque el proceso de adaptación no fue fácil, Raquel me acompañó en el camino, repitiéndome una y otra vez que mi valor no está en la forma de mi cuerpo. Tres años después, fui dada de alta con la promesa de que al volver a México, nos iríamos a comer la mejor torta de Ciudad de México, que está a la vuelta de su casa.

Todos conocen a Raquel por su lucha contra la gordofobia y la liberación de cuerpos grandes. Yo nunca pensé que ella también pudiera liberarme a mí, una mujer extremadamente delgada y con una anorexia tan resistente. Con el paso de los años entendí sus palabras de aquella primera sesión: merezco comer, sin importar la forma de mi cuerpo.

Gracias Raquel por ayudarme a sanar; gracias, sobretodo, por reconocerme como una persona que sufría muchísimo y por repetirme que no importaban mis circunstancias de vida, sanar mi relación con mi cuerpo y la comida, sí era posible. Espero pronto volverte a abrazar, pero espero aún más comer con gusto esa torta tan prometida, para recordarnos que todo el trabajo que hicimos en consulta, logró sanarme.

Amante del té, las letras y la buena literatura. Sobreviviente de un trastorno alimenticio y orgullosa maestra de danza.

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Sobre mí

Sobre mí

Mi nombre es Lucía y vivo en una constante paradoja. En cuestiones de segundos paso de la euforia a la depresión, de la calma al caos y de la locura a la sensatez. Estos conflictos me han demostrado que las dualidades y contradicciones vienen a construir lo que significa vivir en consciencia y plenitud.

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