Soy una ávida lectora. Devoro las páginas como si de ello dependiera mi vida y me encanta sentarme por las mañanas con un buen libro y una taza de café. Leo de todo: novelas, autobiografías y ensayos. No me considero la persona más culta del mundo, pero si alguien que disfruta muchísimo leer los pensamientos de los demás. Hace cinco años, fui internada en una clínica de trastornos alimenticios y me permitieron solo dos cosas: leer y escribir. Entonces, me …