Esta sí soy yo

Varias veces durante mi tratamiento, escuché a mi terapeuta decir que eventualmente me podría  reconciliar con la imagen que el espejo me devolvía. Instantáneamente y varias veces descarté sus palabras, porque durante los últimos diez años siempre había sentido una profunda insatisfacción con la imagen que el espejo reflejaba. Durante mucho tiempo, intenté por muchos  medios, transformar mi cuerpo para agradarme y no importaba el peso, la forma o el régimen al que me sometiera para conseguirlo. La verdad es

Continuar Leyendo

Te amo, así como eres

Miércoles por la tarde, estoy sentada en mi departamento llorando a mares, la ansiedad me carcome por dentro, dudo de todo lo que tengo en mi vida, dudo de mis decisiones, me duelen mis errores y me angustian mis planes a futuro.  Quiero convencerme de que no puedo seguir viviendo así, sobre exigiéndome a cada minuto por cada decisión que tomo, llegando a veces a mi límite emocional por cada responsabilidad que tengo en mi vida y con esta constante

Continuar Leyendo

El vínculo es lo que sana

Al cumplir veinticinco años había pasado por varios psicólogos, brincaba de una terapia a otra para no reconocer que necesitaba ayuda; fingía que tenía una vida perfecta y sin un sólo problema. A mi terapia, llevaba problemas ajenos, hablaba sobre lo mal que yo consideraba vivían mis amigas, lo equivocadas y tóxicas que habían sido mis relaciones anteriores y problemas laborales que en realidad, no necesitaban ser analizados. Cuando conocí a mi psicóloga actual, seis años hace ya, sentí que

Continuar Leyendo

Retando mis propias gordofobias

Estoy frente a mi nutrióloga, Raquel Lobaton, en una video llamada. Lloro a mares… por la comida, por mi cuerpo y por este estúpido estándar de belleza que no puedo alcanzar. He perdido diez años persiguiéndolo, haciendo dietas desintoxicantes, entrenándome en exceso y compensando cada pequeña cosa que como. Entre lágrimas le explico que no quiero vivir, porque me encuentro tan enredada en el trastorno alimenticio que no encuentro los recursos para salir de ahí y me estoy cansando de

Continuar Leyendo

El vacío que habita en mí

Sentí el vacío por primera vez a los catorce años, cuando en mis problemas adolescentes no podía encajar en ningún círculo social en mi secundaria. Me sentía sola y el vacío comenzó a ser mi fiel acompañante. Poco a poco creció dentro de mí, me convertí en una persona deprimida, enojada y con un gran desprecio por mi misma. Con el tiempo, el vacío comenzó a tomar poder y logré hacerlo tangible. Si no ingería alimento, podía sentir el hambre

Continuar Leyendo

Y el infierno, ¿a dónde se fue?

25 de septiembre del 2016 Estoy sentada frente a la psiquiatra en la clínica de trastornos alimenticios. Estoy en crisis, llorando por un pedazo de tinga que me causó un ataque de ansiedad incontrolable. Entre lágrimas le expreso que ya no quiero vivir porque es la realidad, el internamiento me parece imposible de soportar. Golpeándome las piernas le explico que no tolero mi cuerpo; al grado de ni siquiera poderme poner crema por las noches. Lloro también por todas las

Continuar Leyendo

Una nueva vida

Estoy sentada en el baño de mi departamento, con las lágrimas saliendo a mares y al ansiedad corriendo por mis venas. Estoy eufórica, tan emocionada y feliz que no puedo pensar claramente. Hay muchos eventos que se avecinan y que me emocionan tanto que hacen que me desborde de la alegría. Lloro porque me da miedo el cambio pero también por la inmensa alegría que siento por al fin ser dueña de mi propia vida.  Estoy próxima a mudarme de

Continuar Leyendo

Los dos lados de la balanza

Estoy sentada en mi cuarto de la infancia pensando en lo difícil que han sido estos últimos meses. La cuarentena parece haberse llevado lo mejor de mí. Me siento miserable y sumamente triste y no sé si pronto este sentimiento pasará. Pienso en las formas en las que puedo adormecer mi dolor y lo único que se me ocurre es volver a las garras del trastorno; tal vez si siento hambre, no puedo sentir nada más. Me acuesto en la

Continuar Leyendo

Despidiéndome de mi ropa de otoño

Cada cambio de temporada viene con una ola de ansiedad. En el cambio de estación, guardo la ropa en unas cajas y las olvido en el closet hasta el siguiente año. Al entrar el otoño o primavera, bajo todas esas cajas de la temporada previa y reviso lo que guardé un año antes. Pantalones, leggings, blusas y vestidos. Todo un repertorio de ropa en la que año con año, me exijo entrar. A pesar de que ha pasado un año

Continuar Leyendo

Los trastornos alimenticios no tienen un determinado tipo de cuerpo

Ojerosa y hasta los huesos. Eso es lo que creía que significaba tener anorexia, o al menos eso me habían enseñado en la preparatoria; mujeres que no comían nada, que se les podía entrever cada uno de sus huesos y con prominentes clavículas. La realidad es que el estereotipo de una persona que padece un trastorno alimenticio no podría estar más alejado de la realidad y para una adolescente que sabía poco, no pude hacer consciencia de enfermedad. Creía, ilusoriamente,

Continuar Leyendo

Footer del sitio

Sidebar deslizante

Sobre mí

Sobre mí

Mi nombre es Lucía y vivo en una constante paradoja. En cuestiones de segundos paso de la euforia a la depresión, de la calma al caos y de la locura a la sensatez. Estos conflictos me han demostrado que las dualidades y contradicciones vienen a construir lo que significa vivir en consciencia y plenitud.

Facebook

La vida en paradoja