6 de mayo de 2017. Clínica especializada en trastornos alimenticios. Estoy en la sala de espera por una recaída a causa de mi anorexia. Todo se ve gris como este sillón y la angustia es más opresiva que otras veces. En un nervioso ritual comienzo a rascar obsesivamente mi brazo derecho, hasta que lo sangro. Me importa poco. Mis compañeras intentan animarme en este reingreso: que la recuperación vale la pena, que es para vivir mejor…, pero agresivamente las contradigo repitiéndoles …